¿REESTRUCTURAR O CONSOLIDAR TU DEUDA?
Primero, ¿cuál es la diferencia entre reestructurar y consolidar una deuda?

Los préstamos y las tarjetas de crédito son un método de pago que facilita las compras de un producto o servicio inmediatamente y que de otra manera quizás sería difícil adquirir. Usados de manera correcta y controlada son una ayuda inmediata. Considerarlos como efectivo en nuestra cuenta, es una visión incorrecta que nos puede traer problemas en el futuro.
Al obtener un crédito o utilizar una tarjeta de crédito, se forma un historial crediticio que facilita cumplir metas: comprar una casa, tener un automóvil, abrir un negocio propio. Al cubrir o pagar esa deuda de manera constante generas un historial positivo. Pero cuando la tarjeta comienza a tener un antecedente de deudas, este historial se convierte en un aspecto negativo para las entidades financieras que nos prestan dinero, ya que, definen que el solicitante no paga sus deudas y es un usuario poco recomendable para un crédito mayor.
Si bien adquirir una deuda no necesariamente es negativo, cuando nos impiden la flexibilidad en la administración del dinero pueden convertirse en un dolor de cabeza. Por esto, liberarse de ellas lo más pronto posible o al menos minimizarlas, ayudará a lograr mayor seguridad financiera.
Existen varias alternativas para sanear nuestras deudas, siendo las más comunes:
1. Consolidación de deuda
La consolidación de deuda es la agrupación de varias deudas en una sola con el fin de simplificar los pagos. Ahora existirá un solo pago mensual concentrado en una sola cuenta con una tasa de interés idealmente más baja. Cuenta con la ventaja estratégica de ayudar a tener mejor control y administración de tus finanzas y puede funcionar cuando se le debe a diferentes instituciones financieras o a la misma.
Existen algunos puntos a tomar en cuenta:
- Si las cuentas están en diferentes instituciones revisa que cada una acepte este tipo de programas.
- Ten en cuenta que la tasa de interés sea menor o igual a las que ya estás pagando para que la mensualidad sea menor.
- Lo mejor es que una vez que ya hayas consolidado la deuda, no utilices las tarjetas de crédito que ya han sido liquidadas, para evitar seguir pagando anualidades.
2. Reestructuración de deuda
La reestructuración de deuda implica llegar a un acuerdo con la institución financiera para negociar el plan de pago. Esta acción favorece tanto al banco como al deudor, ya que, los bancos no incurren en honorarios legales para exigir sus pagos y el deudor puede cubrirla de manera más accesible.
Reestructurar la deuda implica 3 cosas:
- Solicitar a la entidad financiera una extensión del plazo del pago de tu deuda, para pagar menos cada mes aunque esto aumentaría los intereses.
- Disminuir los intereses para que el tiempo de pago de deuda se acorte, esto implica que mensualmente pagues más.
- Solicitar a la entidad financiera un plan de pagos fijos con una reducción de intereses, con el compromiso de pagar puntualmente para reducirla rápidamente sin acumular intereses.
Ahora bien, ¿cuál de las 2 alternativas conviene más?
La consolidación de deudas es recomendable si constantemente olvidas la fecha de corte o de pago de los diferentes créditos que tienes y prefieres tener una única cuenta. También contribuye a reducir la cantidad que pagas por intereses o comisiones en diferentes créditos.
La reestructuración te puede ayudar a pagar una mensualidad menor, si estás teniendo dificultades para cubrir todos tus gastos en el mes.
En general, es importante saber que las mejores condiciones para negociación generalmente se ofrecen a quienes no han dejado de pagar o no han tenido retrasos. Si esperas hasta que ya te es imposible pagar, puedes perder las mejores oportunidades.
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